Autor: jpicosnebrijaes

NOTICIAS RECIENTES

Juan Villoro: “El exterminio de las lenguas originales ha sido responsabilidad del México independiente”

Después de tres siglos de dominación española, el 60 % de los mexicanos hablaba una lengua indígena, el náhuatl era más dominante que el castellano; hoy ese porcentaje es de sólo un “exiguo” 6,6 %. “El exterminio de las lenguas originales ha sido responsabilidad del México independiente; sin embargo, no deja de haber una retórica que dice que las lenguas indígenas no existen porque España nos dominó”. El escritor y periodista mexicano Juan Villoro defendió esta tesis en una conferencia, organizada por la Facultad de Lenguas y Educación de la Universidad Nebrija y la Fundación Nebrija, en la que recreó la aventura de la comunicación y del relato del español desde Nebrija a la rebelión zapatista.

Villoro, Premio Iberoamericano de Periodismo Rey de España y Premio a la Excelencia Periodística, otorgado por la Fundación Gabo, entre otros galardones, recordó que en el Congreso de la Lengua de 2019 celebrada en Córdoba (Argentina), el presidente de México Andrés Manuel López Obrador  pidió que España pidiera perdón por la conquista y por el exterminio que había causado. “Me parece un poco tarde -dijo- para para solicitar este perdón, entre otras cosas porque los responsables han desaparecido, pero este tipo de actitud ha sido tradicional en México y ha desplazado la responsabilidad del exterminio cultural a los conquistadores que en su origen trajeron el idioma. El atraso de México, la injusticia, la perdida de las lenguas y culturas locales se atribuyen a una conquista que hace mucho tiempo que dejó de suceder y que en los últimos doscientos años se ha intensificado de manera intrahistórica con gran fuerza por responsabilidad de los propios mexicanos”.

Frente a esta postura, el autor de Dios es redondo argumentó sobre la actitud de los zapatistas que se levantaron el 1 de enero de 1994 -justo el día en que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte-, un movimiento que “no pretendía” una escisión sino “una integración multicultural, la propuesta de un mundo donde cupieran otros mundos”. Los zapatistas, narró Juan Villoro, que tenían “rifles de palo”, contaron con el subcomandante Marcos entre sus filas, “un escritor político de primera fila y un gran comunicador” que 17 días después del alzamiento formuló la pregunta: “¿A quién tenemos que pedir perdón y quien puede otorgarlo?”.

Mientras que en 2019 el presidente mexicano instó a España a pedir perdón, los zapatistas “respondieron con un viaje de contraconquista a España” y un comunicado que en 2020 inquiría: “¿De qué nos va a pedir perdón España? ¿De haber parido a Cervantes?”.

“Se llevaron el oro y nos dejaron el oro”

En el acto enmarcado en la conmemoración del V Centenario de Antonio de Nebrija, Juan Villoro declaró que los pueblos indígenas de México son “orgullosamente bilingües y no quieren renunciar al castellano ni a la multiculturalidad que soñó Nebrija”. Basándose en las palabras de los poetas Pablo Neruda –Se llevaron el oro y nos dejaron el oro… Se lo llevaron todo y nos dejaron todo… Nos dejaron las palabras– y José Lezama Lima sobre “si el lenguaje del barroco español había sido de conquista, el lenguaje del neobarroco latinoamericano era de contraconquista”, Villoro concluyó que América Latina “había fundado su libertad y su imaginación a través de esta lengua recibida”.

Para ahondar en su discurso, el periodista mexicano trajo a colación la novela El entenado, de Juan José Saer, que recrea una expedición española por el Río de la Plata durante el siglo XVI que cae en manos de un pueblo antropófago que se come a todos los españoles menos a uno. “Al entenado no le enseñan nada, lo dejan estar ahí como un testigo más, habla español y trata de entender a los otros”. Diez años después es liberado y regresa a España y siendo muy viejo quiere rememorar todo.  “Esta novela es un fabuloso desciframiento de lo radicalmente distinto, de lo otro; el protagonista descubre al escribir que esta tribu ya se sabía condenada por la historia, eran más débiles que los españoles, sabían que iban a perder, pero querían tener un testigo de su cultura, que iba a perecer, y querían que fuera un extranjero, alguien distinto que los entendiera a su manera, querían tener un antropólogo que desde una cultura diferente comprendiera la suya y la salvara… Y hablara de ellos”, aseguró.

Villoro relacionó El entenado con lo sucedido con los idiomas del “nuevo mundo”, con “los desafíos y el predicamento del otro”, y llegó a otro de los hitos de su disquisición: “Una parte de la literatura latinoamericana tiene que ver con un choque de culturas, pero también con la capacidad de entenderlas en términos ajenas a ellas. En esta dinámica dialéctica entre lo propio y lo ajeno surge el conocimiento de las lenguas”.

Nebrija y su vocación universal

En su exposición “necesariamente superficial porque no soy un historiador de la lengua ni un filólogo, sino un escritor y un testigo del idioma”, Villoro rescató la aventura de Nebrija, “un judioconverso que atisbó el Renacimiento que se estaba fraguando y que entendió la cultura como un orbe”. Precisamente en un momento actual “de cultura de la alta especialización donde se sabe cada vez más de cada vez menos, perdiendo así el amplio mundo del conocimiento”, hay que recordar que Nebrija tenía “esa vocación universal”.

Después de citar dos obras del pensador austriaco Iván Illich, “gran rebelde del pensamiento” –En el viñedo del texto, sobre los cambios de paradigma, “muy interesantes en un momento en que la lectura se ha vuelto atmosférica por nuestros mensajes en el móvil”, y El trabajo fantasma, sobre las diferentes formas de dominio, “una de ellas la gramática”, Juan Villoro alabó la aproximación “abierta y multicultural” de Nebrija, “una persona con saberes múltiples”, a la lengua, “una de las mayores aventuras de la comunicación que perduran”.

Bernal Díaz del Castillo, el padre de la crónica moderna

Sin olvidar que “todas las empresas culturales son a la vez de construcción y destrucción porque no hay culturas puras sino culturas dotadas de impurezas”, el autor de El libro salvaje determinó que la historia de la conquista española, además de militar y de dominio, económica y religiosa, fue una empresa narrativa porque “para justificar lo que se había hecho había que contarlo”. Y aquí aparecen dos figuras: Hernán Cortés, que escribe Las Cartas de relación dirigidas a Carlos V, y Bernal Díaz del Castillo, cuya Historia verdadera de la conquista de la Nueva España lo encumbra, de acuerdo con Villoro, como el padre de la crónica moderna.

Bernal Diaz del Castillo reconvirtió sus probanzas de méritos a la creación de una memoria, aunque su obra se publica después de su muerte. No hay que pasar por alto que el idioma “también sirve para hacer una reconstrucción narrativa, para legitimar acciones y para atesorar ciertas recompensas y derechos”. Desde el origen de la lengua hay “un elemento de lengua y conquista” donde la conquista tiene “un elemento de reivindicación literaria muy importante porque se llama la atención sobre el sufrimiento y las fatigas y trata de conseguir con la pluma aquello que no logra con la espada como el desafío de narrar frutas y animales que los conquistadores no habían visto hasta entonces”. Villoro dejó una lección para cronistas y corresponsales apuntada ya por Bernal Díaz del Castillo: “Se puede describir lo que se desconoce; el gran desafío es describir lo ajeno con una lengua que todavía no está capacitada para hacerlo, esto es fascinante”.

Hernán Cortes y los primeros grafitis

Juan Villoro terminó su ponencia con la narración de un gesto “al alcance de cualquiera, una rebeldía que utiliza la literatura y el idioma como un ejercicio de liberación, que funda la necesaria disidencia de la creatividad hispanoamericana”. Ese gesto tiene una historia. Cuando Hernán Cortés escribía Las Cartas de relación en Cuyuacán para pedir a la Corona que lo recompensara, los “soldados de a pie” tocaban la puerta de su casa. Cortes no les abría y entonces escribían una protesta en el muro –“así comienzan los grafitis en el Nuevo Mundo”- y él les contestaba en el mismo espacio hasta que pintó la pared de blanco y plasmó el siguiente lema: “pared blanca, papel de necios”. En la crónica de Bernal Díaz del Castillo queda reflejado que el muro amaneció al día siguiente con otra frase: “Y aun de sabios y verdades, y su Majestad las sabrá muy presto”. Villoro quiso componer esta metáfora de la escritura pública y de la escritura privada: “El conquistador podría darse el lujo de escribirle directamente a la Corte utilizando el idioma homologado por Nebrija de esa manera, pero ya entonces había un idioma en uso, un idioma popular cuya propiedad pertenecía al pueblo entero, los conquistadores y los primeros mestizos del Nuevo Mundo, que empezaban a utilizar la lengua a extramuros. Fuera de la casa del conquistador había otras exigencias en la misma lengua. Vemos nosotros esta dinámica de lengua como instrumento de dominio e instrumento de liberación; nosotros podemos entender que en ese gesto de escribir en la pared que está a disposición de cualquiera está expresándose la rebeldía que utiliza la literatura”.

Maestro para escritores en ciernes

En la presentación de la conferencia Conquista y contraconquista. De Nebrija a la rebelión zapatista, Susana Martín Leralta, decana de la Facultad de Lenguas y Educación, agradeció a Villoro sus palabras ante “muchos estudiantes que son escritores en ciernes” y una Universidad que hace “mucho hincapié en la formación de español porque la lengua es algo vivo que cambiamos y nos cambia”.

Por su parte, José Luis García Delgado, director del Observatorio Nebrija del Español (ONE) y catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Nebrija, manifestó, haciendo honor a la tierra natal del escritor, que uno de cada cuatro hablantes de español son mexicanos: “Vosotros tenéis la legitimidad de uso y de ejercicio del español, mientras que los españoles tenemos la legitimidad de origen”.  También le dejó una loa: “Villoro es un escritor total, una persona a la que admiro; periodista guionista, ningún género le parece menor que otro y no desdeña ningún tema. Se ha hecho maestro de la materia del oficio de escritor. Como conferenciante es tan bueno como escritor”.

Para finalizar, José Muñiz, rector de la Universidad Nebrija, se refirió al relato como un aspecto “connatural” a la esencia del homo sapiens y al formato de conferencia como una reminiscencia de los encuentros de nuestros ancestros en las cuevas bajo la luz de la hoguera. “La inteligencia artificial ya está aquí, no hay que temerla, pero de momento no tiene la capacidad de llorar ni de emocionarse”.









The post Juan Villoro: “El exterminio de las lenguas originales ha sido responsabilidad del México independiente” appeared first on Actualidad Nebrija.

 

Leer más

PRÓXIMOS EVENTOS

Not Found Events

La presentación de ‘Nebrija vive 500 años después’ se convierte en una declaración de amor colectiva

“No quisiera que esto fuera una necrológica, yo quisiera que esto fuera una declaración de amor”. Eulalia Bombarelli, Lali, viuda de José J. Gómez Asencio, evocó a Pablo Milanés y emocionó con sus palabras a un paraninfo abarrotado. “He venido llorada de casa y he ensayado contención ante el espejo, pero no les puedo asegurar que en algún momento me venga una cuchillada de emoción”, continuó. En el salón de actos de la Universidad Nebrija no cabía un alma más. El pasado martes, allí se congregaron familiares, compañeros de profesión, amigos y alumnos ávidos por asistir a la presentación del libro Nebrija vive 500 años después y, cómo no, al homenaje a su autor, el catedrático de Lengua Española de la Universidad de Salamanca y miembro del Patronato de la Universidad Nebrija tristemente fallecido este año, José J. Gómez Asencio.

María Gil, directora de comunicación de la Universidad Nebrija, convertida en maestra de ceremonias, manejó la batuta de un acto que, ante todo, rezumó emoción, ternura y erudición.

Recordó Gil que el libro Nebrija vive 500 años después es el resultado de una lección magistral que pronunció Asencio en la Universidad Nebrija hace 18 años. “Era imposible no volver la vista a esta lección que todavía recuerdan los que asistieron y que es toda una leyenda para los que no tuvimos la fortuna de presenciarla. Había que reeditarlo y qué mejor ocasión que en el año que se conmemora el V Centenario de la muerte de Nebrija. Hoy lo presentamos sin la presencia de su autor, pero con el espíritu presente de estos dos hombres ilustres”.

José Muñiz, rector de la Universidad Nebrija, dio la bienvenida a las personalidades asistentes, a los familiares y a los alumnos y aprovechó para recordar la importancia de los libros. “El libro en papel sigue siendo la esencia, es como un hijo para una familia y para nosotros éste aún más. Enmarcado en el V Centenario de la muerte de Nebrija, un año en el que se ha creado una comisión de trabajo (aprobada por el parlamento por unanimidad) cuyas líneas fundamentales han sido trabajar la parte académica y divulgar la imagen de Nebrija, éste es un acto genuino y auténtico”, recalcó. El ciclo de conmemoraciones arrancó con una gala en el Teatro Real, con la presencia de los Reyes de España, y culmina con una exposición en la Biblioteca Nacional. “Les invito a verla. Allí se toparán con incunables maravillosos y una experiencia virtual sobre la figura de Nebrija”, añadió el rector al tiempo que recordaba al auditorio que Gómez Asencio supo sintetizar perfectamente la esencia del gramático. “Nebrija está vivo, porque aún permanecen vivos su rigor, su búsqueda de la verdad, su espíritu crítico y su capacidad de análisis. Tocar este libro es una maravilla. Nunca lo digital superará al papel. ¡Cómo vas a ir a la cama con un algoritmo!”, subrayó.

María Gil dio paso al rector de la Universidad de Salamanca, Ricardo Rivero que confesó que desde “la Universidad de Salamanca evocar la figura de Gómez Asencio es siempre motivo de alegría. Le echamos de menos”. El rector estableció cierto paralelismo entre la figura de Nebrija y la de Gómez Asencio “Pepe fue, como el gramático, un gran pedagogo, un investigador no exento de luchas. ¿Acaso hay un éxito universitario sin dificultades? Vive Nebrija y vive siempre en nuestra memoria el profesor Gómez Asencio”.

Desde su butaca en la primera fila del auditorio, Eulalia Bombarelli, esposa y compañera del profesor, reconoció que había buscado en el diccionario el significado de la palabra homenaje. “En ninguna de sus acepciones veo nada de cariño. Aquí y ahora es el afecto a Pepe Gómez Asencio lo que nos ha convocado”. Emocionada, leyó unas palabras en las que agradeció a los rectores de las universidades el apoyo recibido, “ese que le alargó la existencia”. No se olvidó tampoco de “aquella persona anónima que le dio tanta buena vida” y finalizó con una soberbia y conmovedora declaración de amor.

Coloquio

La segunda parte del evento fue un coloquio moderado por la maestra de ceremonias en el que participaron Salvador Gutiérrez, miembro de la Real Academia Española y patrono de la Universidad Nebrija; Juan Antonio González Iglesias, catedrático de Latín de la Universidad de Salamanca, y Mª Nieves Sánchez González de Herrero, catedrática de Lengua Española y directora del Centro Internacional del Español de la Universidad de Salamanca.

María Gil inauguró el diálogo solicitando a los tres ilustrados una valoración sobre el autor y sobre el libro Nebrija vive 500 años después.

Emocionado, Salvador Gutiérrez recalcó que el libro es una proyección fantástica de aquella conferencia, todos los asistentes quedaron extasiados. “Pepe tenía una capacidad para enganchar con su mirada, con los énfasis, con los silencios y las pausas, fue de los mejores conferenciantes que yo he conocido”.

Mª Nieves Sánchez se sumó conmovida también a este homenaje y comentó que había vuelto a releer el libro en un año en el que ha asistido a cientos de coloquios, seminarios y cursos en torno a la figura de Nebrija. “Ha sido toda una delicia. Es de una claridad asombrosa. Nebrija está perfectamente retratado en el libro. Gómez Asencio realiza un trabajo de alta calidad mediante un proceso tan sencillo como es la pregunta respuesta. Desde sus primeros vocablos el profesor va guiando al alumno”.

Por su parte, Juan Antonio González quiso destacar la capacidad de trabajo y el entusiasmo que tuvo Gómez Asencio hasta el final. “Fui testigo de cómo los alumnos adoraban a Pepe. Cómo lo recibían, esa sonrisa era una reacción espontánea”. Defendió que el libro está escrito con entusiasmo, poniendo la inteligencia y el corazón en él. “Es un libro discursivo, ágil, comunicativo destinado a los jóvenes de hace 20 años que hoy también funciona”.

Todos coincidieron en que las características de Nebrija que transpiran desde Nebrija vive 500 años después son la lucha, la capacidad crítica, el afán por saber y por defender lo que uno cree aunque sea rompiendo con las circunstancias.

“Nebrija fue un europeo muy moderno y muy español a la vez. Era un romano de la Bética y este otro también [refiriéndose a Gómez Asencio]”, matizó González.

El coloquio finalizó con una invitación a los jóvenes para acercarse a la figura de Nebrija. Salvador Gutiérrez les incitó a leer el libro porque “nos informa de una manera clara y sencilla de cómo es la cátedra más hermosa que ha construido el hombre, la lengua”. Mª Nieves Sánchez lanzó un reto y les convidó a investigar qué tipo de gramática escribiría Nebrija hoy. Juan Antonio González les recomendó que cada cual busque una obra de su campo y, como remate, exhortó a los jóvenes a “hojear y fatigar los diccionarios para que encuentren en las palabras un sentido a la vida. Busquen cualquier palabra para ver cómo las definió Nebrija”.

Colofón musical

El homenaje a Gómez Asencio y la presentación de su libro Nebrija vive 500 años después finalizó con un concierto de cámara ejecutado por el grupo Complutum 1500 que interpretó en directo piezas del Cancionero Musical de Palacio de los siglos XV y XVI de Juan de la Encina, poeta, músico y autor teatral, graduado en Leyes por la Universidad de Salamanca donde tuvo como maestro a Nebrija.

“No hay mejor autor para terminar este acto”, apuntó el vocal del quinteto. Entre todas las piezas del cancionero destacó la interpretación de Triste España sin ventura, un lamento compuesto por la muerte del príncipe don Juan, hijo de los Reyes Católicos, en quien tantas esperanzas habían depositado tanto sus padres como los españoles. Se trata de una pieza quejumbrosa que estremece desde sus primeros acordes. “Si a la letra de esta canción le quitáramos el nombre del príncipe, estaría absolutamente de actualidad en la España de hoy”, concluyó el músico.












The post La presentación de ‘Nebrija vive 50 años después’ se convierte en una declaración de amor colectiva appeared first on Actualidad Nebrija.

 

Leer más »
Generated by Feedzy